NEURODESARROLLO ANATÓMICO

NEURODESARROLLO ANATÓMICO



La adquisición de la estructura cerebral tal cual será en el cerebro adulto, es el fenómeno que predomina en el neurodesarrollo prenatal –vida intrauterina– (¡gracias mamá!).
Durante la gestación la velocidad del neurodesarrollo, embrionario y fetal, es rapidísima y suceden fenómenos extraordinariamente complejos. Esto es evidente ya que la célula postconcepcional –cigoto– se convertirá en un complejísimo organismo vivo, un ser humano, del que su cerebro se lleva la palma en complejidad ¡y en solo 38 semanas!

La velocidad de crecimiento es asombrosa en este período: en 9 meses el cerebro alcanza un peso de unos 350g y la capacidad craneal tiene un perímetro entre 33 y 36 cm de media.

Para entenderlo aún mejor, podemos a su vez subdividir esta etapa de neurodesarrollo anatómico en tres, de modo que cada “subetapa” coincida con un trimestre del embarazo y caracterizar cada trimestre según los fenómenos más significativos que suceden en el neurodesarrollo:

1 el primero predomina la generación de nuevas células.

  • Podríamos llamarlo subetapa de génesis celular.

2 segundo trimestre se caracteriza sobre todo porque las células se agrupan conformando los distintos órganos –cerebro, cerebelo, tronco del encéfalo, médula espinal y nervios– del sistema nervioso.

  • La llamaremos subetapa organizativa.

3 el tercero empieza el aumento de tamaño de estos órganos, que como sabemos no acaba con el nacimiento.

  • Bien podríamos decir que es la subetapa del crecimiento anatómico.

Al final de la gestación el feto, cada uno de nosotros antes del nacimiento, tendrá un cerebro en el que pueden distinguirse sin dificultad las estructuras características del cerebro humano. Si bien la madurez aún está lejos.Generalizando mucho, podemos decir que será más fácil que las agresiones que pueda sufrir el neurodesarrollo en esta etapa anatómica causen anomalías en la estructura de los órganos del sistema nervioso central, lo que inevitablemente causará una disfunción encefálica.

neurodesarrollo de la autonomía motora

Es evidente que al nacimiento el cerebro no está completamente desarrollado, le queda mucho camino por recorrer. Y en ese camino los 3 primeros años de vida van a ser cruciales. Durante estos años las personas adquirimos autonomía y dominio de las funciones motoras conscientes de nuestro organismo.

El cerebro es un órgano que solo sirve a los seres vivos que se desplazan de un lugar a otro. Los seres vivos “estáticos” carecen de cerebro, de sistema nervioso. Esto es lógico, pues el cerebro es nuestro órgano de relación, el que nos permite analizar el medio para dar una respuesta adaptada a lo que sucede en cada momento. A su vez, al movernos, nuestra capacidad de modificar el medio es mucho mayor que la de los organismos que están quietos.

La importancia del movimiento se ve reflejada en la “distribución” de tareas que tienen las células encefálicas. De los aproximadamente 100.000 millones de células que tiene el cerebro humano adulto, la mitad se encargan de elaborar la información y coordinar los movimientos, mientras que la otra mitad se concentra en las funciones conscientes y “superiores” de nuestra mente, que casi siempre tienen relación y se coordinan con la realización de un movimiento.

Volvamos al neurodesarrollo, en los 3 primeros años de vida la velocidad con que avanza sigue siendo muy rápida lo que coincide con la máxima velocidad de crecimiento craneal que alcanzamos en la vida postnatal. La circunferencia craneal media pasa de los 34 cm a los 50, ¡eso son 16 cm de diferencia! Nunca volverá a crecer tanto en tan poco tiempo.


El aumento de grosor que sucede en la corteza cerebral durante la infancia, se hace a expensas de aumentar las conexiones neuronales y de su recubrimiento posterior por la mielina.

Ya sabemos que el crecimiento cerebral postnatal se produce más porque porque las neuronas aumentan sus conexiones, y por tanto su tamaño, que porque aumente su número.Pensemos en un recién nacido: no puede hacer nada por sí mismo, ni siquiera cambiar de postura. En cambio un niño de 3 años hace tiempo que ha aprendido a andar solo –también corre, salta, sube escaleras o chuta una pelota–, tiene ya preferencia por una mano para las tareas complejas –comer o garabatear–, domina el habla –aunque no el lenguaje–, y es capaz de controlar esfínteres –de modo que ya sabe utilizar un orinal–.

Todo ello supone motricidad, movimiento, neurodesarrollo de los circuitos motores. Sí, incluyendo el del habla, como ya vimos en la entrada sobre habla y lenguaje.En este período tan sensible, las agresiones cerebrales provocan más fácilmente daños difusos. Es en esta etapa cuando se diagnostica con certeza la parálisis cerebral –hacia el año de vida–, y empiezan a detectarse los retrasos del lenguaje y la interacción social.





recuperado de https://neuropediatra.org/2015/12/16/etapas-del-neurodesarrollo/






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